Hace muchos años, América no terminaba de ser libre.
Para lograrlo, un soldado muy valiente que se llamó José de San Martín, formó un enorme ejército de granaderos a caballo y emprendieron juntos un largo y difícil viaje a través de las montañas.
La cordillera de los Andes les abrió paso entre el viento y la nieve.
El cóndor solitario los guió con sus alas desplegadas y el sol tibio les calentó el cuerpo y el alma cuando sentían que las fuerzas flaqueaban y así fue como la gloria los acarició y las banderas de Argentina,Chile y Perú flamearon libres y triunfantes.
Hoy la historia lo recuerda generoso,valiente y patriota, sigamos su ejemplo e ideales, para llegar a ser el país que él tanto soñó.

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